COYUNTURA

Antirracismo, salud sexual y justicia reproductiva. Dialogo con Alondra del Mar.

De cara a la multiheterogeneidad de crisis provocadas por la pandemia del Covid 19 que han venido a agudizar desigualdades estructurales preexistentes que van desde el colapso del sistema de salud hasta la movilidad social, desde la precarización laboral y el desmantelamiento del sistema de jubilaciones y pensiones hasta legislaciones anti migratorias y violación de derechos humanos quisimos abrir la conversación sobre el impacto de la crisis en el campo de la salud sexual y la justicia reproductiva. 

Para esta charla nos conectamos con Alondra del Mar Hernandez Quiñones, militante feminista desde el antirracismo y la decolonialidad.  internacionalista experta en Derechos Humanos/Civiles y Derechos Sexuales y Reproductivos, Ciudadanía y Acceso a Justicia de los cuerpos feminizados. 

Fotos por @Mediapersona / @AbortolibrePR

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CN Alondra, de qué manera la crisis multisectorial del covid 19  y posmaria ha venido a agravar las desigualdades estructurales en materia de salud sexual y justicia reproductiva en la isla? 

A Cuando hablamos de justicia reproductiva y desastres naturales en Puerto Rico hay que tener en consideración al 69.6% de mujeres, madres racializadas que viven bajo niveles de pobreza y desigualdad estructural. Otro dato importante es que las desigualdades estructurales causadas por el paso de los huracanes Irma y Maria de 2017 y por la pandemia del COVID-19 no han reducido ni mermado. La isla se encuentra en un detente; los procesos de reconstrucción y recuperación han sido lentos y plagados de irregularidades, corrupción y nepotismo político  por parte del gobierno federal y estatal. Como cuestión de hecho todavía existen mas de 23 mil viviendas sin techo seguro, esto sin contar aquellas afectadas por los terremotos de principio de año. Pensar en un periodo pos Maria o pos COVID resulta un tanto irreal en el contexto de PR, estamos todavía en medio del meollo que supone todos los eventos. Esta inestabilidad destapó las crasas desigualdades en términos de los derechos sexuales y (no) reproductivos. 

Durante el año de la emergencia se estima que la tasa de cesáreas aumento en un 47% a un 50%; esto contrastando con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomienda menos de un 15%. Las inducciones de parto, eso que coloquialmente llamamos “Doctor me rompió la fuente”, es otra modalidad de violencia obstétrica; en la isla se ha mantenido la cifra respecto a ello; 8 de cada 10 alumbramientos son inducidos; es decir manipulados y el 80% de los mismos culminan en una cesárea. A la luz de estas cifras el Senador del Partido Independentista Puertorriqueño(minoría parlamentaria), Juan Dalmau; creó una pieza legislativa el PS 363. La finalidad de la misma era  que las personas gestantes tuviesen acceso a información certera y fiable sobre la práctica de la obstetrica del médico que las atiende en su proceso de gestación y parto. Lamentablemente por conflictos partidistas, dicha legislación no fue atendida, por lo cual fue ignorada por toda la Asamblea Legislativa y por los gobernantes de turno. 

La falta de reconocimiento como servicio médico esencial y comunitario a la  partería certificada, coloca a esta en una posición de desventaja frente a los medios obstetras, quienes cuentan con el aval de los seguros médicos privados y públicos. Por todo lo cual, hacen que la contratación de las parteras y sus equipos de trabajo sea oneroso; esto a pesar de ser una herramienta segura, eco-amigable pero sobretodo garantía de prevencioón de violencias. La inoperancia gubernamental respecto a ello, vulnera a las personas gestantes que ya de por sí están vulneradas.

El manejo de los procesos sexuales y reproductivos de los cuerpos sexuados se ha normalizado y con ello su limitación que responde a modelos patriarcales sumamente violentos; tal es el caso del aborto en Puerto Rico. La situación colonial; hace que el mismo sea permisible pero la realidad del caso es que no es suficiente, precisamente por lo inaccesible económicamente. Considerando que 7 de cada 10 mujeres viven bajo pobreza, pocas están en condiciones de pagar $300 + por el servicio ginecológico de una terminación. Esto sin contar que la mayoría de clínicas que ofrecen el servicio están en el área metropolitana. Para el 2017, el colectivo de Aborto Libre Puerto Rico señaló la existencia de 6 clínicas disponibles a nivel isla. Luego del paso de los huracanes y sus consecuencias en la infraestructura y en los servicios esenciales; entiéndase energía eléctrica y agua potable, que mantuvo a la isla “a oscuras” y con una profunda inestabilidad por varios meses; esto dificulto las condiciones de trabajo y los horarios de apertura de las clínicas y oficinas de proveedores de terminaciones de embarazo. El aumento en grupos anti derechos se suman a este escenario como un factor imposible de ignorar ya que su presencia constante en los centros hacen que los proveedores opten por reducir horas y les pacientes se incomoden e incluso se vayan sin recibir su consulta.  

Fotos por @Mediapersona / @AbortolibrePR

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Actualmente y frente a la crisis del mal manejo de la pandemia por parte de los gobiernos; de 7 clínicas que existían en el 2017, tenemos 3 a nivel isla y todas ubicadas en área metropolitana. Para completar su difícil acceso, ahora se le añade a aquellas personas gestantes que se han quedado sin empleo o sin cobrar a causa de la pandemia; la mayoría de ellas del sector privado. Las crisis exasperan las múltiples violencias de género. Esto frente a un país empobrecido y racializado que no reconoce estos factores como naturales y/o normales; reniegan de ello. El Estado como ente regulador falla en llevar políticas públicas plurales y laicas que minen estas desigualdades económicas y a su vez que puedan garantizar tanto el parto como el aborto como servicios de salud  y a su vez que sean informados, respetados, humanizados, de calidad, igualitarios y accesibles.

CN Muchos de los modelos de salud sexual y justicia reproductiva diseñados por los organismos de cooperación internacional, ONGs y organismos públicos prescinden de un enfoque antirracista, como el marcador racial transversaliza la vulneración de derechos en materia de salud sexual y justicia reproductiva en PR? 

A El tema racial es ignorado por gran parte de la población puesto que se nos ha inculcado a ignorar la raza a la vez que somos racistas. El enfoque antirracista es crucial en toda lucha de reivindicación social y a pesar de que hay muchas personas que llevan años luchando desde esa perspectiva, la verdad es que nos falta camino por recorrer. El contexto colonial impacta todas las esferas de la sociedad puertorriqueña. El sistema responde a un enfoque conservador y occidentalocentrico; buscando que les puertorriqueños se asimilen al colono. Es por esto, que el marco de referencia de las organizaciones y dependencias gubernamentales tienden mirar a Estados Unidos de Norteamérica como lo digno a emular. El internacionalismo y las experiencias de otras jurisdicciones es muy poco discutido y aplicado. 

Esto constituye un reto significativo para las entidades que están asumiendo el rol del Estado para evitar un mayor colapso social. El etnocentrismo y la asimilación socio-cultural e incluso política y económica; ha impulsado a que según datos del pasado CENSO 2010, mas del 80% de puertorriqueñes se consideren blancos. Podemos señalar que esto surge a raíz de falta de opciones y representatividad correcta de la encuesta federal, pero los datos están ahí y en la cotidianidad es latente las micro agresiones racistas en muchos espacios; incluyendo espacios que se suponen sean seguros y libres de sesgos o discriminación. Otro de los grandes retos que nos enfrentamos en la isla es la escasez de datos y estadísticas certeras respecto a raza, género y salud sexual y reproductiva. Lo que no se cuenta, no existe y este es el mecanismo predilecto para invisiblizar las múltiples realidades de las personas. 

El pasado mes de mayo hubo un conversatorio cuyo titulo fue “Violencia, Género y Raza”, sus moderadoras expusieron que sobre el 46% de las mujeres afrodescendientes en Puerto Rico vive bajo el nivel de pobreza a esto sumándose el hecho que las mujeres racializadas, específicamente las negras tienen 4 veces mayor posibilidad de sufrir violencia obstétrica. Como antes mencioné, la relación de pobreza con desigualdad en materia de salud sexual y justicia reproductiva está latente y no se pueden desligar. Es fundamerntal enfatizar que violencia, también es cuando se se niega o se obstaculiza el acceso a servicios de salud como el aborto. La obligatoriedad de la maternidad es violencia obstétrica, es violencia de género y responde a la violencia estructural y sistemática patriarcal, capitalista neoliberal y racista sobre la que se ha sostenido históricamente Puerto Rico.


CN Desde la experiencia de los movimientos sociales y organizaciones de base comunitarias de mujeres indígenas, afrodescendientes, suroeste asiático en el Sur Global existen críticas frontales a los modelos coloniales y occidentalocentricos sobre los que proyectos de salud sexual y justicia reproductiva enmarcados incluso como  “feministas” operan sin consultar a las comunidades, imponiendo agenda política sin preguntarles a las mujeres como desean legislar su cuerpo, salud y modelo de desarrollo. Como lo percibes en el contexto de Puerto Rico y en el escenario regional?

A En Puerto Rico se percibe de manera similar, debido, a las circunstancias socio culturales arraigadas a la situación colonial. La jerarquización de servicios y su ofrecimiento desde un aspecto académico puede desligarse de las experiencias individuales y comunitarias e incluso ancestrales y saberes populares; traduciendo las prácticas y servicios en modelos elitistas y que no necesariamente responden a las necesidades urgentes de quienes se suponen sean les beneficiados. Aún cuando la participación de las comunidades es incluída como factor importante en el desarrollo de conocimiento, estrategia, delimitación de planes de trabajo y lucha, ha ocurrido que estas personas no ocupan puestos de liderazgo dentro de las organizaciónes e incluso el esfuerzo no es remunerado, redundando en una especie de explotación laboral, ya que la demanda  de responsabilidades  y la serie de coordinaciones necesarias muchas veces representan cargas económicas y emocionales mayúsculas. Mientras la entidad, con el famoso cuento del voluntariado participa de la institucionalización del capitalismo como modelo económico predominante en nuestra región y aun cuando le reconocen sus limitaciones y debilidades e incluso lo deshumanizante que ha sido históricamente, muchas organizaciones no gubernamentales no saben cómo desprenderse del modelo empresarial capitalista.

Por otro lado, la organización comunitaria en la isla es una realidad pero la articulación de todos los sectores para identificar “dónde están parados” casi no ocurre y cuando pasa; el espacio responde a organizaciones formales o sectores académicos que reproducen una separación entre comunidad y entidad, como consecuencia, las voces de las personas que verdaderamente están en medio del ojo del huracán en sus comunidades no son *necesariamente* escuchadas y no se puede articular un verdadero cambio radical. Lo mas cercano a un modelo   de educación sexual Comunitaria, cooperativista y feminista lo trabajaron las organizaciones: Taller Salud en Loíza con el programa de Educadoras Perinatales y Sé Parir con la iniciativa de Doulas comunitarias.

CN Que modelos de organización, gestión y articulación comunitaria que se estén desarrollando en materia de salud sexual y justicia reproductiva podrías identificar en PR y la región? 

A Ante el silencio del Estado; urge que las personas tengan conocimiento sobre las opciones existentes y sus efectos incluyendo el aspecto legal.  Son varias las entidades de base feministas que trabajan con el tema de salud sexual y reproductiva y que se posicionan de forma frontal en defensa de los mismos. Tras la fundación de Aborto Libre PR, se han dedicado a educar través de las plataformas sociales, asi como en dar acompañamiento y protección a aquellas personas gestantes que lo requieren. La orientación legal la trabajan en conjunto con organizaciones locales e internacionales de la talla de la Union Americana de Libertades Civiles y Amnistía Internacional. 

Conscientes de la importancia del acompañamiento como principio feminista; han entrenado a Doulas de Aborto bajo el programa llamado Las Mingas. Ginecólogas Obstetras y expertas en Salud Pública se han dado a la tarea de capacitar a profesionales de la salud reproductiva para que puedan realizar terminaciones de embarazos, de forma que se pueda ampliar las opciones de sitios profesionales pero sobretodo que surja desde la seguridad de les pacientes. Por otro lado, la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico tiene un programa dedicado a los Derechos Sexuales y Reproductivos vistos y defendidos como derechos humanos; estos visitan otros espacios llevando orientación al respecto. Por último y no menos importante se encuentra Centro MAM, quienes trabajan con personas gestantes brindándoles clases de parto, opciones de parto, ayuda en lactancia materna, así también como servicios de doulas. Esta organización fue parte fundamental durante el Huracán Maria ya que de forma voluntaria llegaban a donde fuese necesario a atender partos en comunidades incomunicadas y sin servicios esenciales. Realizaron su labor desde el mayor compromiso y amor por el cuerpo feminizado en escenarios que fueron realmente difíciles.

Fotos por @Mediapersona / @AbortolibrePR

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CN Qué diferencia las alternativas e iniciativas de base nacidas en el espacio comunitaria a las iniciativas estatales y al asistencialismo de las ONGs concretamente en materia de salud sexual y justicia reproductiva?

A La salud sexual y reproductiva es ignorada por los gobiernos de turno en Puerto Rico, toda labor de educación, prevención y asistencia recae en ONG de bases feministas, e incluso  en organizaciones de base religiosa. Esto evidencia la incompetencia e incapacidad del Estado en legislar a favor de los derechos de las mujeres, incluyendo aquellas que no son cis-genero. Como cuestión de hechos, la administración que ignoro el PS 363 que buscaba que las personas embarazadas conocieran la práctica obstétrica de sus doctores; es la misma que legisló un proyecto de ley que limitaba el acceso al aborto en la isla, aun cuando varias partes de la pieza chocaban con jurisprudencia federal. A pesar de que no prosperó por tan solo 1 voto en contra, este mismo gobierno aprobó un Código Civil en el cual se le brinda personalidad jurídica al niño no nacido provocando un conflicto entre lo legal, jurisprudencia…En en el contexto anglosajón esto es un trigger law y es una movida de la ultra derecha conservadora en busca de revertir Roe Vs. Wade de 1973 y criminzalizar el aborto. Ante este escenario en el que el Estado se exime de su responsabilidad, se han tenido que afianzar las redes de apoyo y educación feminista, incluso con Latinoamérica. Tomando esto como premisa, no existe una diferencia puesto que las iniciativas estatales, fundamentalmente no existen y cuando existieron fueron desde el fundamentalismo cristiano. 

En un ejercicio de imaginación política, que significa un modelo de salud sexual y justicia reproductiva desde la lucha antirracista? 

El reconocimiento de la diversidad de los cuerpos sexuados y feminizados y el respeto a elles a tomar las riendas de sus decisiones sin mayor o ninguna intervención pero con la educación y con las opciones todas puestas sobre la mesa. La educación es la herramienta principal de de-construcción por eso urge la implementación de la perspectiva de género y revisar los currículos para no seguir llevando el mensaje errado de que el racismo en Puerto Rico no existe porque todes somos “mezcla de las 3 razas” producto de la colonización etc. Hay que iniciar desde las escuelas a derrumbar la romantización de la invasión norteamericana para descolonizar las mentes y les cuerpes. De forma que tengamos la verdadera libertad sobre nuestras vidas y autonomía y con ellos poder identificarnos como lo que somos sin dobleces. Somos una isla predominantemente racista y patriarcal. Considero urgente nombrar los problemas para poder atajarlos. El modelo de salud reproductiva debe tomar en cuenta todas las intersecciones de las personas gestantes y cómo estas se transversalizan en su cotidianidad. Hay que empezar a ver el parto humanizado, lactancia, post parto y el aborto  y post aborto como procesos naturales al existir humano y cuya garantía y accesibilidad son esenciales para una mejor sociedad e incluso vitales para combatir crisis humanitarias y climatológicas. El Estado tiene una deuda inmensa con la democracia que dice sostener, la deuda es clara. Derechos Sexuales, Justicia Reproductiva para todes cuando sea y porque sea.

Fotos por @Mediapersona / @AbortolibrePR

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